martes, 30 de agosto de 2011

CON EL TORSO DESNUDO

CON EL TORSO DESNUDO Por: Cheo Breñas.

Parado frente a un cuadro de aquella galería
admiré una belleza que parecía…
bajada de los cielos,

Quedé como extasiado contemplando su estampa
y me sentí atrapado…
estaba en una trampa.

Una dama posaba con el torso desnudo
y aunque estaba de espaldas yo sé que me miraba…
tal vez me sonreía.

No pude resistir tamañas sensaciones
y me dejé llevar…
por tantas emociones,
que me vi enmarañado
dentro de sus cabellos…
acariciándolos.

Deslicé mis dedos por su cuello excitante
que suave como la seda
me incitaba a besarle.
Y lo besé…
y lo mordí…
con mordiditas suaves de amante enloquecido
que descarga sus ansias de enamorado,
pues me sentí de pronto en el lienzo atrapado.

Me enloquecieron tanto
sus hombros torneados y sedosos
que yo de puro gozo
los acaricié una y otra vez con ternura
porque sentí muy tersa y pura
la piel que los cubría.

Exploré entonces…
cada centímetro de su textura
y besé con pasión…
cada pedazo de su hermosura.

Y recorrí su espalda con mi aliento
apretujando mi cara en aquel lienzo,
que su pasión me devolvía

La abracé con loco desenfreno
y la apreté a mi pecho ensortijado
sentí vibrar su cuerpo…
sentí sus senos…
estaba totalmente enajenado.

¡Aquella obra de arte estaba viva!
o al menos eso a mí me parecía,
alabado sea el pintor que en su osadía
vertió todo su talento en esta diva,

como yo hoy…
intento dibujarla,
en esta poesía.

1 comentario: