viernes, 18 de noviembre de 2011

COSAS DE VARONES

COSAS DE VARONES. Por: Cheo Breñas.

La barra estaba llena de cabrones
la orquesta comenzaba a dar sus notas
entre risas, historias y palabrotas
nos divertíamos todos
como enanos,
disfrutando entre otras cosas…
las canciones.

Cuanta chica pasaba piropeábamos,
buscando quizás un ligue…
o el baile de una pieza,
más…
no puedo decirles con certeza…
si nos importaba más el baile,
o las canciones
porque definitivamente…
son cosas de varones.

Entonces sucedió algo inusitado,
entraron dos chiquillas de repente,
la primera… un mujerón…
voluptuosa,
imponente,
y la otra…
menuda… estilizada…
que llamó la atención
a mí mirada…
por la sencillez
con la que caminaba.

Mis amigos prefirieron a la inflada,
se abalanzaron sobre ella
alborotados…
ella los esquivó
y sin reparos…
me clavó profundamente su mirada.

-¡Échale!
-¡Suertudo, afortunado!
A coro me gritaron con envidia,
más…
yo quise zafarme
-¡qué fastidio!
La verdad…
no estaba interesado.

Tenía los labios gruesos…
como hinchados,
grandes las tetas,
enoooormes…
redondeadas,
nalgas descomunales,
y la mirada…
como de quien se siente afortunada.

Más…
mis escusas fueron ignoradas
por aquella bola de bribones….
no me pude negar…
y aunque quería hacerle la corte a la delgada,
tuve que enamorar a la inflamada
y no les digo más…
son cosas de varones.

El orgullo pudo más
y sin quererlo
me ligué a la chica exagerada
bailamos apretados,
y sin saberlo
terminamos desnudos en la cama.

Quise acariciar su pelo ensortijado
y se negó agarrándome las manos,
su cabello era un implante…
que jodienda,
tuve que desistir…
decepcionado.

Nos besamos entonces
cual amantes,
de una noche de copas…
de cantina,
y me purgó enterarme que sus labios,
aquellos hermosos labios excitantes
que volvían locos a todos mis amigos,
eran producto de otro implante
se los digo.

Sus tetas grandes…
abultadas
que causaron tanta algarabía,
dejaban a las claras
las intervenciones…
de cuantiosas cirugías.

Demás está decirles que las nalgas…
ese protuberante trasero que exhibía
provocando miles de emociones…
se fueron de una vez…
tal cual pegadas,
al forro de sus apretados pantalones.

Y yo…
que desesperado no veía
el final de aquella horrible noche,
que por seguir ciertas reglas de la hombría
que no diré para no recibir reproches,
tuve que reprimirle a mi osadía.

Fue una noche de locos…
de esas de quedar bien…
de hacer un buen papel…
de presumir un poco;
…pero tuve que recurrir
a pensar en la delgada,
para lograr al final salir airoso
de aquella decepcionante encrucijada.

Que desilusión tan grande
que desdicha,
¿Por qué harán estas cosas las mujeres?
Tan rico que es acariciar la carne limpia
cuando se da rienda suelta a los placeres.

No volveré a ceder en otro caso
se los juro…
seguiré la intuición de mis sentidos
a que guíen mis sencillas emociones,
porque ni el amor propio
ni la hombría
me llevarán a aceptar de nueva cuenta
la porfía,
aunque sean…
cosas de varones.

Es bueno hacerle a la belleza
tratar de lucir bien es importante
más…
no arriesgues tu salud por un implante
que siempre serás bonita para alguien.

Los estereotipos del presente
cambiarán de acuerdo a la demanda
y las flacas que hoy venden las revistas
quedarán desechadas al olvido
cuando el mercado necesite un incentivo
y los negociantes…
prefieran apostarle a las gorditas.

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