viernes, 20 de julio de 2012

…Y TE CANTÉ UNA CANCIÓN SOBRE LA CAMA

…Y TE CANTÉ UNA CANCIÓN SOBRE LA CAMA. Por: Cheo Breñas.

Y te canté una canción con mi guitarra
ebrio de amor yo…
tú también ebria
jadeantes ambos de una noche eterna
que colmó nuestros deseos…
…y nuestras ansias.

Una canción de amor…
de esas…
muy románticas;
que merecía ser cantada en la velada
que quise para ti…
esta madrugada

Sudado yo…
tú también sudada,
con tu pelo chorreado…
sobre la almohada,
tu mirada...
perdida en la añoranza,
y el corazón palpitando acelerado.

Una noche colmada de fragancias
que cubrían tu desnudes…
y mi elegancia,
una noche para recordar
y recordarla
porque jamás podremos olvidarla.

Y me inspiré para ti…
con toda el alma,
porque quería acariciarte con mi verbo
dejando bien grabado en el silencio
…que te canté una canción sobre la cama.

CUANDO HACEMOS EL AMOR

CUANDO HACEMOS EL AMOR Por: Cheo Breñas.

Cuando hacemos el amor…
me gusta observarte,
escuchar calladamente tus suspiros
y has de saber que si te miro
es porque me sobran los deseos…
para amarte.

Cuando hacemos el amor…
te ves tan linda
que a veces no logro concentrarme en lo que hago
y me dejo llevar por tus caricias
que convierten mis besos…
en halagos.

Cuando hacemos el amor…
no pienso en nada
más que en el embrujo de tus carnes
y me siento muy dichoso por amarte
esta…
y todas las otras madrugadas.

Cuando hacemos el amor…
tu dulce boca
incita a mis labios a besarte
porque comienzan a temblar al separarse
y convierten mi sentir…
en pasión loca.

Cuando hacemos el amor…
veo tus ojos
entornarse cual dos luces apagadas
y percibo tanto placer en tu mirada
que no puedo negarme…
a tus antojos.

Cuando hacemos el amor…
nada en la vida
me parece más bello que adorarte
y no pienso en otra cosa que en amarte
porque el sexo…
cicatriza mis heridas.


EL ELEFANTE SOLTERO

EL ELEFANTE SOLTERO
(Décima)
Por: Cheo Breñas.

Un elefante soltero
se enamoró de una hormiga
y con una cochinilla
le mandó muchos te quiero.

Luego usó de mensajero
a un presumido ratón
que tocaba la acordeón
cuando se encontraba en vena
el cuál compuso un poema
que le llevó de canción.

La hormiga estaba indecisa
por semejante propuesta
pero se sintió dispuesta
aunque no andaba con prisa.

Con un poco de ceniza
se preparó un maquillaje
sacó del closet un gran traje
de novia que allí guardaba
y a los diez minutos estaba
sentada sobre el carruaje.

La boda fue un exitazo
acudió toda la selva
y la jirafa Minerva
fue la madrina de lazos.

La llegada del ocaso
los colmó de bendiciones
cantaron muchas canciones
y a la hora del encuentro
el elefante contento
se bajó los pantalones.

¡Qué horror!...
-expresó la hormiga.


AL CARAJO EL INFIERNO

AL CARAJO EL INFIERNO. Por: Cheo Breñas.

Si de preferir prefiero
la piel joven…
tierna y tersa,
no importa cuánto me dure…
no importa cuánto la tenga;
porque el alma ha de llenarse
con el fuego del deseo
y los ojos se alimentan
con lo que creemos bello.

Basta de fingir morales
siguiendo líneas creadas
que el amor no tiene edades
y el tiempo no dura nada.

Vaya con “los que diranes”,
de alguna vieja amargada
que la inundan los deseos
y por creerlos pecado
los sufre en las soledades

Por qué habría de casarme
siempre con mi mismo tiempo
si la vida se transforma
a pasos agigantados,
y antes que cierres los ojos
todo se ha regenerado;

¡Vaya al carajo el infierno!


YO SOY ESE ROMÁNTICO

YO SOY ESE ROMÁNTICO Por: Cheo Breñas.

Yo soy de esos románticos
que existen todavía
que cantan en la ducha
y escriben poesías,
que le hablan a la luna
contándole sus penas
y abrazan a su almohada
mientras sueñan.

Yo soy del que regala
todavía una flor
y susurra a tu oído
bellas frases de amor,
el que vela tu sueño
cuando estás bien dormida
y te cubre de besos
para darte calor.

Yo soy ese romántico
que escribe extensas cartas
contando cualquier cosa
por entretener…
el que enciende tu hoguera
cuando tú sientes frío
y te regala sueños
hasta el amanecer.

POR NO ECHARME A LLORAR

POR NO ECHARME A LLORAR. Por: Cheo Breñas.

Por no echarme a llorar
cerré mis ojos
y te deje pasar inadvertido,
escondido en la sombra
…cohibido
preferí no mirarte
en la alborada.

Por no echarme a llorar…
de mi recuerdo,
te he borrado mil veces
desde entonces;
no quiero imaginar donde te escondes
o pueda ocultarme yo
si es que apareces.

Ya no tengo tus fotos…
ni tus cartas,
ni alguna cosa tuya de recuerdo,
y en esta soledad
donde sólo te pienso,
por no echarme a llorar…
no te recuerdo

LA ROSA MARCHITA

LA ROSA MARCHITA. Por: Cheo Breñas.

Yo sé que no es costumbre regalar una rosa
que ya se ha marchitado,
esperando
las caricias de una suave mano…
de mujer.

Pero es que la he guardado
desde entonces…
por años,
con celos egoístas,
y lágrimas de sangre
que no me dejaban ver
lo tanto que pudiste lastimarme;

Y hasta hoy es que pude…
hacértela llegar.

Aquí tienes la rosa que un día me pediste
aquella hermosa tarde cuando te conocí
y que corrí a cortarte…
alegre,
enamorado;
y tú no me esperaste
cuando volví por ti.

No hubo rosa más grande
y hermosa…
que diera aquel rosal
de mi humilde jardín,
ni hubo jamás una prosa
que pudiera elogiarla
porque era para ti.

He recorrido el mundo…
cada rincón de él
siguiendo tú perfume,
el halo de tu ser,
sin suerte…
y sin descanso
hasta desfallecer,
y nunca apareciste mujer…
para entregarte esta rosa...
que ha llegado
a quemarme la piel.

Tenla sí…
es tuya,
siempre fue para ti.
Perdona si no pude hacerla revivir
porque murió una tarde
cuando mi amor por ti
ya no tuvo sentido…
y te dejé partir.

POR AHÍ ME HAN CONTADO QUE ME ODIAS

POR AHÍ ME HAN CONTADO QUE ME ODIAS.
Por: Cheo Breñas.

Por ahí me han contado que me odias
que la pasas hablando de lo nuestro
¿Qué te pasa mujer?…
¿Por qué esa saña?
si sólo fue un romance…
…cibernético.

¿Por qué tanta blasfema… tanta inquina?
si yo fui lo más honesto que podía,
jamás ni nunca te engañé…
no creí  lo merecías,
aunque tú…
en cambio…
con maldad y alevosía
me escondiste tu verdad…
la verdad de otro amor que ya tenías
con el que ahora prontamente te casaste;
según me habrán contado…
hace unos días.

Herirte nunca quise y tú lo sabes
más… por eso preferí echarme a un lado
ya no te soporté…
¿Cuál es el pecado?
si la ilusión se pierde como un ave
cuando la dicha muere en descampado.

Fuiste tú la que entraste en mi vida
la que obligó este idilio de verbena
¿Ya olvidaste las flores que me echabas?
cuando escribía en tu muro mis poemas.

Hasta un amigo tuyo que te amaba
te llamó la atención por este hecho
ya olvidaste también cuantos despechos
en el resto de la gente provocabas.

Sin embargo…
nunca me dijiste que tenías,
un noviazgo a punto de consumarse,
me mentiste, está bien…
no he de juzgarte
cada cual vive la vida a su manera
y la tuya no es distinta
aunque lo quieras.

¿Qué por qué te abandoné?
obvio querida…
me creaste un infierno con tus celos,
no soporto el egoísmo…
ni la queja…
cuando no ha de ser parejo el sacrifico
y tú…
destruiste lo bonito del idilio
convirtiéndome la fiesta en un suplicio.

Basta ya de echarle piedras a mi fosa
deja ya de ensuciar mi humilde nombre
que en el sentimiento limpio de este hombre
sólo crecen los lirios y las rosas.

Y te diré…
sólo fuiste una musa de mis versos
un fugaz amor en la distancia
un sentir…
tal vez una añoranza
que no pasó jamás de un desacierto.

Yo no te odio corazón…
no podría odiarte,
porque me guardo lo bonito
en los recuerdos
y lo disfruto con pasión…
entre mis sueños
cuando la soledad
me invade al acostarme.