Y te soñé desnuda bailando para mí,
estabas tan hermosa, mejor que un querubínllena de fantasías te dejabas venir
mientras revoloteabas por todo mi diván,
contagiando tu risa…
tu gracia,
y tu sentir.
Y te atraje a mi lecho
y acaricié tus manos,
tus pechos palpitantes
tu boca de jazmín,
me fundí entre tus carnes
y me llené de ti
porque nada me hacía…
más feliz.
Y tu tierna inocencia
me invitó a divagar,
y explorar con mi aliento
tu cuerpo de beldad;
te hice el amor con ansias
con ganas de verdad
y me olvidé soñando
de la realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario